Cuando escuchas aislamiento térmico, probablemente lo primero que piensas es en un espacio con calor, pero su aplicación va mucho más allá y hoy te lo mostraremos. El aislamiento térmico no solo permite alcanzar un máximo ahorro energético, sino que también es necesario para la seguridad de personas e instalaciones, y para cuidar el medio ambiente.
Si estás planeando aislar térmicamente algún espacio de tu hogar o de tu empresa, aquí te contamos por qué es importante y para qué sirve el aislamiento térmico.
El aislamiento térmico es la capacidad de controlar la transmisión de calor de un espacio climatizado hacia el exterior o hacia otros espacios. Para ello, es necesario materiales y técnicas de aislamiento térmico que se aplican sobre los elementos de una construcción.
Por ejemplo, la instalación de aislantes térmicos se hace para reducir las pérdidas de energía en una dirección determinada o para proteger conductos que transportan fluidos a una temperatura distinta que la del ambiente.
Algunas de las principales razones para emplear el aislamiento térmico en una construcción son las siguientes:
Las necesidades de aislamiento térmico no son las mismas y de ello dependerá los tipos de aislantes que se utilicen.
El sistema de aislamiento térmico para exteriores consiste en recubrir las fachadas de las construcciones con planchas aislantes. Estas suelen ser de materiales como el poliestireno expandido, espuma rígida de poliuretano o las lanas minerales.
Además, las planchas se encuentran protegidas por un revestimiento de una o varias capas que incluyen una de acabado. Este sistema se puede emplear sobre cualquier fachada plana, techos, paredes y da opción a múltiples acabados.
El aislamiento térmico para interiores suele ser una opción más versátil que el aislamiento exterior. Otra de sus ventajas es que puede realizarse en cualquier momento, pero eso sí, debes saber que perderás unos 4 a 5 centímetros de espacio interior por pared.
Para este sistema de aislamiento se emplean placas rígidas de poliestireno expandido, paneles de espuma rígida de poliuretano y paneles de lana mineral. Su uso es más habitual para el aislamiento de elementos constructivos como paredes, techos, suelos y puertas.
Los edificios mal aislados térmicamente tienden a consumir hasta un 30% más de energía en calefacción o aire acondicionado. De ahí que sea cada vez mayor su aplicación en diferentes industrias.
Los aislantes térmicos son un aspecto fundamental en toda construcción, ya que funcionan como una barrera al paso del calor entre dos medios que tienden naturalmente a igualarse en temperatura.
Estos pueden ser usados en fachadas, cubiertas, marcos y persianas de las ventanas. Por sus características, suelen utilizarse materiales como el poliestireno expandido, la espuma de poliuretano y de poliisocianurato, y las lanas minerales por ser porosos o fibrosos.
Cabe indicar que antes de la instalación de los aislantes térmicos, es importante tener en cuenta algunas características como los materiales de los que está construido el espacio, el ángulo de impacto y la exposición a la luz solar, entre otros. Por ello, es necesario realizar un estudio previo que determine la mejor solución para tu proyecto.
Otra aplicación del aislamiento térmico es proteger la red de tuberías de agua fría y caliente, sobre todo cuando están próximas. Así, cuando mejor sea el aislamiento térmico de las tuberías, estas proporcionarán de manera más óptima el agua a su temperatura correspondiente.
De igual manera, gracias al aislamiento se logra producir agua caliente de manera más efectiva y sin generar un derroche de energía.
Asimismo, en ciertas industrias un correcto aislamiento evita que el personal sufra lesiones al tener contacto con las superficies de los equipos y tuberías a altas o bajas temperaturas.
En el caso de una vivienda, el aislamiento térmico busca lograr una temperatura agradable que mantenga un ambiente de confort durante tu estancia. Además, aislar tu vivienda permite hacer un uso más eficiente de la energía y ahorrar en ciertos gastos en electrodomésticos.
Por ello, es necesario saber que las paredes son una pieza clave a la hora de aislar térmicamente el hogar. Si las paredes se encuentran en mal estado o con materiales poco adecuados, pueden ser una fuga permanente de energía. Para solucionarlo, se recomienda usar algunos materiales termoaislantes como la lana mineral de roca o la fibra de vidrio.
Adicionalmente, se recomienda la labor de revisión y sellado de grietas y marcos de puertas y ventanas que no aíslen totalmente.
Ahora que conoces la importancia de realizar un correcto aislamiento térmico, lo mejor que puedes hacer es optar por productos de la más alta calidad y que cuenten con la garantía necesaria para tu proyecto.
En Calaminon, contamos con paneles termoaislantes que poseen las características físicas adecuadas para conseguir los mejores resultados térmicos:
Paneles termoaislantes con núcleo de poliestireno:
Paneles termoaislantes con núcleo de poliuretano o poliisocianurato:
Así también ofrecemos una línea de puertas termoaislantes y planchas de Friopol. Estas últimas compuestas por poliestireno expandido y perfectas para el aislamiento de piso en las cámaras frigoríficas.
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