Con la rápida transformación que la sociedad ha tenido a lo largo del siglo XXI, se han ido desarrollando soluciones tangibles para dar más confort a nuestras vidas. En esa línea, la construcción industrializada es el ejemplo perfecto sobre la revolución que el mundo de la edificación está teniendo.
Pero, ¿qué es? ¿Cuáles son sus características y sus tipos? En este artículo, profundizamos sobre el tema. ¡Comencemos!
La construcción industrializada es un proceso de construcción novedoso donde se emplean métodos poco convencionales en combinación con los avances tecnológicos.
Esta se realiza en una fábrica y con un escenario controlado, en donde se hacen todas las piezas a nivel estructural de manera automatizada. Estas piezas son adecuadas según el proyecto y se transportan por partes que, luego se ensamblan en el sitio de la construcción.
La construcción tradicional siempre ha requerido de la fabricación en serie de elementos usados en la edificación, tales como ladrillos, losas, vigas, etc. No obstante, en la construcción industrializada estos procesos buscan ir un poco más allá y producir en fábrica de forma mecanizada y repetitiva elementos de construcción completos, como lo son paredes, fachadas, suelos, etc.
Asimismo, la construcción industrializada no requiere de conglomerantes hidráulicos como material para la unión de las piezas en una estructura específica. Esto es porque cada elemento prefabricado ya posee su propio anclaje y diseño.
Gracias a ello, se cuenta con una nueva fórmula para la construcción en seco al no depender de los tiempos de espera que ameritaba la preparación de los conglomerados húmedos.
Otra de las características de la construcción industrializada es que está vinculada a la amplia demanda que existe actualmente de edificios que sean energéticamente eficientes y garanticen un espacio de calidad, saludable y que no afecte al medioambiente.
Entre los principales beneficios que brinda la industrialización en la construcción están:
Este tipo de construcción industrializada está centrada en el uso de perfiles de acero galvanizado para preparar el esqueleto del edificio. Se trata de una modalidad bastante usual y existe desde la década de los 50 en Estados Unidos. Suele usarse para construir edificios de tres plantas y cuenta con dos variantes clave: paneles estructurales con un alma metálica y estructuras ligeras de acero galvanizado.
La construcción modular se distingue desde el diseño. Esto es así porque el diseño del edificio se plantea en bloques por separado que posteriormente serán ensamblados. Para lograrlo, es necesario contar con un proyecto de industrialización que tenga en consideración cada uno de los detalles de la construcción.
Este tipo logra caracterizarse porque reemplaza los paneles de obra, los pilares y los forjados por unos paneles con capacidad portante que son elaborados en hormigón armado. Dichos paneles se caracterizan por tener tres capas: la externa, la de aislamiento y la interior (la cual posee las instalaciones).
Este tipo de construcción industrializada se caracteriza por estar enfocada en dos materiales principalmente: la madera (la cual permite hacer construcciones rápidas, económicas y con infinitas opciones de acabado), y los containers (donde su filosofía apunta más al reciclaje al usar contenedores marítimos en la edificación).
La construcción industrializada se distingue por basarse en la automatización y optimización de procesos, mientras que la construcción tradicional se enfoca en la baja producción, la personalización del producto y un costo elevado. Esto se debe a que en un proceso tradicional de edificación, todas las tareas constructivas se realizan in situ. En tanto, en una construcción industrializada se trata de un proceso más económico, sostenible y modernizado debido a:
Con todo esto presente, es fácil notar las diferencias que hay entre la construcción tradicional y la construcción industrializada. Y si bien, el primero sigue siendo el formato que más se utiliza actualmente, no cabe duda que la forma de construir está por cambiar completamente.
Con la construcción industrializada se pueden crear todo tipo de edificaciones y existen diversos ejemplos como prueba de ello:
Con todo lo mencionado hasta ahora, podemos concluir que la construcción industrializada es un modelo innovador para la edificación que se ajusta a exigencias de calidad y medioambientales donde, además, se ahorra en costos y tiempos.
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