¿Buscas una cobertura perfecta para tu hogar, taller o almacén? En este artículo te contaremos todo sobre los distintos tipos de coberturas en construcción que puedes elegir para tu próximo proyecto. Sigue leyendo y encontrarás el modelo que tanto necesitas.
Una cobertura es una estructura cuya función principal es proteger el techo de un inmueble o un determinado espacio. Por ello, debe servir como una solución práctica a las condiciones climáticas, como pueden serlo las lluvias, los vientos, el calor y el frío.
De forma regular se han utilizado algunos modelos más que otros, pero en la actualidad los tipos de coberturas abundan en variedad y estilo.
Existen muchos tipos de cobertura en el rubro de la construcción, pudiéndose dividir tanto por sus materiales de composición como por sus formas. Estos le otorgan cualidades y funciones distintivas.
Las coberturas son fabricadas por distintos materiales, siendo las chapas de acero aluminizado, galvanizado y los paneles sándwich los más recurrentes. Cada uno de estos materiales le conferirá una calidad particular, así como también un acabado estético especial.
Las coberturas onduladas son ideales para las viviendas, ya que son de fácil instalación y económicas. Suelen fabricarse con fibrocemento o de acero galvanizado.
Las coberturas trapezoidales son altamente resistentes y de larga durabilidad. Su fabricación se realiza en base al acero con un recubrimiento de zinc, aluminio y silicio (Aluzinc). Debido a su capacidad para soportar la corrosión, son empleados en todo tipo de edificaciones: talleres, almacenes, naves industriales y otros espacios.
Además, pueden ser fabricados a medida en una amplia variedad de colores y espesores, logrando un acabado estético de excelente calidad. Entre sus ventajas, también ofrecen mayor resistencia a los cambios de temperatura y atenuación acústica.
Las coberturas trapezoidales no solo son una opción económica porque brindan un alto rendimiento por m², sino que debido a su peso ligero facilitan su instalación y manipulación. En ese sentido, su diseño trapezoidal garantiza el apropiado comportamiento estructural del panel como cobertura.
Las coberturas tipo teja son una cobertura que siempre están inclinadas en dirección a la caída del agua, con una pendiente superior al 10%. Por ello, son muy recomendadas para climas de lluvia constante. Su modelo permite evacuar de forma sencilla el agua del techo.
Asimismo, este tipo de cobertura para techos está diseñada para cubrir grandes superficies brindando resistencia, durabilidad y belleza arquitectónica.
Las coberturas planas poseen un 3% de pendiente, lo cual brinda la posibilidad de evacuar el agua en caso de lluvias. Dentro de las coberturas planas existen algunas subdivisiones que varían de acuerdo a su función.
Las coberturas invertidas son un tipo de cubierta plana que se caracteriza por su impermeabilización, el aislamiento del techo y por una formación en pendiente. Para este tipo de coberturas se suele utilizar materiales bastante resistentes como piedras o metales.
Otro tipo de cobertura plana son las azoteas, también conocidas como cubiertas transitables. Como su nombre lo indica, es el tipo de cobertura que puede usarse a modo de un espacio más de la casa. Suele estar acompañado de una decoración en balaustrada y en su construcción se emplean materiales expansivos que impiden la filtración del agua.
En el caso de las construcciones planas verdes, los techos están cubiertos por unas capas de vegetación y tierra. Este modelo, además de un moderno fin estético, funciona como un regulador natural de la temperatura ambiental. Asimismo, ayudan a disminuir las emisiones de gases tóxicos en la atmósfera.
Las coberturas traslúcidas son un sistema de techado en base a paneles transparentes que suelen ser de policarbonato o de fibra de vidrio. Estos difunden el paso de la luz al interior del espacio, ofrecen protección UV, una alta resistencia al impacto externo y son impermeables. Además, dotan de un sorprendente estilo innovador y vanguardista.
Este tipo de coberturas cumple con los requerimientos de cubierta como de iluminación natural, por lo que son una gran opción para edificaciones comerciales, industriales y de servicio.
Las coberturas metálicas suelen ser muy resistentes y prácticas al momento de la limpieza. Además, el material dota de una protección contra la crudeza del clima. Los metales empleados para su fabricación son aluminio, zinc, silicio, hierro y cobre.
En el caso del Aluzinc (55% Aluminio, 43.4% Zinc y 1.6% Silicio) existen ventajas muy recomendables, como su practicidad, ya que su reparación es bastante sencilla y económica, además que al no ser un material pesado es fácil de transportar. También sus cualidades incluyen su fortaleza a los vaivenes del clima y el aislamiento del ruido externo.
Las coberturas metálicas son bastante maleables, por lo que pueden adquirir distintas formas (Trapezoidales, tipo teja u otra). Por ejemplo, la forma de curvas es ideal para zonas de constante lluvias, ya que impide que estas afecten el interior de la construcción. En tanto, las autoportantes poseen un techo de tipo membrana que funciona para soportar la dureza del clima.
En Calaminon poseemos los productos con mayor calidad e innovación del mercado. En nuestro catálogo online puedes encontrar una amplia gama de coberturas metálicas y traslúcidas, de los estilos, tipos y acabados que cada construcción necesita.
Si ya te decidiste por un tipo de cobertura o necesitas la asesoría de nuestros especialistas, escríbenos para solicitar una cotización o brindarte mayor información de nuestros productos.
